Seles da una mente alerta a aquellos que se entregan al Señor en todo momento. Así como un prado cubierto de roció riega toda su hierba, sus tallos y sus flores, el corazón también se refrescará con la gracia divina para que pueda sacar constantemente de ella la voluntad de vivir, y nunca tendrá que temer que le falten las fuerzas, porque donde el Señor quiere formar siervos dispuestos para su posición de maestro, les da siempre la fuerza necesaria …

Reconocerás Su grado de amor por la tarea que el Señor te encomiende. Ya has recibido algunas muestras de amor y tienes que agradecer al Señor por este amor con la devoción más desinteresada, y entonces el misterio del amor también se te aclarará … entonces siempre te queda un solo camino que lleva a Dios … A servirle con todas tus fuerzas y tu voluntad …

Si te ocupas por esto, pronto estarás tan conectado con tu Salvador que todo en ti se convertirá en amor … Y entonces reconocerás todo con tu corazón … Das amor y bondad por todas partes y recibes el amor del Salvador a cambio y tu trabajo será cada vez más diligente para el Señor. Porque Él Mismo te incita a ello poniendo en tu corazón un sentimiento cálido y el deseo de actividad amorosa.

Quien da amor, recibirá doble amor. Quien sirve al Señor será exaltado y un día gobernará sobre muchos … y el que desee ver al Señor, el Señor Se le da a conocer, pero primero debéis liberar vuestra alma del caparazón opresivo … Debéis habéis hacer vuestro corazón digno de recibir al Señor, sólo entonces Él os podrá hacer felices, pero entonces resplandeceréis de amor, y de ahora en adelante vuestro esfuerzo será más diligente, para vivir al agrado del Señor, para servirle con toda reverencia y amarlo con todo vuestro corazón, y adorarlo como el Ser más alto y más perfecto, como el divino Creador del cielo y de la tierra …

Amén